'¿Qué dijo el médico?' Darle un impulso a la alfabetización en salud no depende solo del paciente
Por Genaro C. Armas, American Heart Association News
La responsabilidad de entender lo que dice un profesional de cuidados de salud durante una visita al consultorio médico no recae solamente en el paciente.
Esa obligación de asegurar que las personas puedan tener acceso a información de salud básica y entenderla para tomar decisiones respecto a su salud la comparten los médicos, el personal de enfermería, los proveedores de seguros de salud e incluso los funcionarios de la salud pública, quizás incluso más que el paciente, dijo el Dr. Michael Paasche-Orlow, médico de atención primaria y vicepresidente para investigaciones en Tufts Medical Center, en Boston.
El simple hecho de navegar por los complejos sistemas de la atención médica y los seguros de salud puede ser suficientemente difícil.
"Un médico podría entrar en la habitación y hablar en jerga todo el tiempo. O los mensajes de salud pública podrían ser confusos", dijo Paasche-Orlow, quien es también profesor de medicina en la Facultad de Medicina de Tufts University.
El Departamento de Salud y Recursos Humanos de Estados Unidos adoptó una filosofía integral para abordar la alfabetización en salud, y actualizó su plan Healthy People 2030, o Gente Sana 2030, de forma que abarque dos definiciones de alfabetización en salud.
Según el plan federal, la alfabetización en salud personal es el grado hasta el cual los individuos tienen la capacidad de encontrar, entender y usar información y servicios para tomar decisiones y ejecutar acciones fundamentadas en relación a la salud para ellos y otras personas. La alfabetización en salud organizativa es el grado hasta el cual las organizaciones permiten equitativamente que las personas encuentren, entiendan y usen información y servicios para tomar decisiones y ejecutar acciones fundamentadas en relación a la salud para ellas y otras personas.
Esto cambió con respecto al plan del 2020, que solo proporcionaba una definición, enfocada hacia el individuo.
La investigación sugiere que la mayoría de los adultos en Estados Unidos tienen dificultades con la alfabetización en salud. La alfabetización en salud limitada "tiene costos acentuados para las personas y la salud pública" y ha estado asociada con un estatus de salud más deficiente en general, costos médicos más elevados y una mayor probabilidad de reingreso hospitalario y muerte, según un comunicado científico del 2018 de la American Heart Association.
"Es una gran carga esperar que las personas salgan y se alfabeticen en salud, sobre todo aquellos que trabajan, cuidan de su familia y tienen limitaciones en recursos y tiempo", dijo el Dr. Lewis Morgenstern, neurólogo y profesor de neurología, medicina de emergencia y neurocirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
La responsabilidad recae en los profesionales de cuidados de salud, así como en el sistema escolar, desde kindergarten hasta el grado 12, dijo él.
"Es mi tarea como médico hacer que mis pacientes logren alfabetización en salud respecto a las enfermedades que padecen y ayudarlos a navegar por la terminología y las complejidades de esa enfermedad", dijo Morgenstern. "Hemos abdicado esa responsabilidad con la disminución del tiempo que pasamos por los pacientes y la falta de toma de decisiones compartidas".
La pandemia del COVID-19 también afectó la alfabetización en salud y las interacciones entre médicos y pacientes. Hubo momentos en los que el mensaje de salud pública fue complicado. El Internet, las redes sociales y los programas de noticias y de entrevistas estaban repletos de una cacofonía de mensajes confusos o desinformación.
La solución radica en una comunicación clara. Esto significa un lenguaje fácil de entender en los sitios web y guías en vocabulario sencillo de parte de los departamentos de salud pública y los planes de seguro de salud, dijo Paasche-Orlow. Para los médicos, esto significa evitar la jerga y asegurar de que los pacientes entiendan lo que se discutió durante una visita, sin hacerles sentir que están tomando una prueba.
Esto también significa no ponerse a la defensiva ni juzgar cuando un paciente menciona que leyó en línea.
"Eso significa que el paciente tuvo motivación para aprender algo acerca de su salud. Eso es algo bueno", dijo Paasche-Orlow. "Ayúdalos a conseguir excelentes fuentes de información para que puedan continuar aprendiendo".
Él ofreció un consejo sencillo para los pacientes: Ven preparado a tu cita con preguntas, y haz nuevas preguntas según necesites durante la visita para estar seguro de que entiendes todo lo que sucedió.
"Cualquier tipo de perspectiva equilibrada de este tema necesita contemplar a todos los participantes y considerar soluciones a todos los niveles", dijo Paasche-Orlow.